miércoles, 23 de octubre de 2013

TDAH en Adultos




El trastorno por déficit de atención e hiperactividad ( TDAH) afecta a entre el 5 % y el 10 % de los niños y adolescentes , y ahora se sabe que los síntomas persisten en la edad adulta en aproximadamente el 60 %. En recientes investigaciones se ha averiguado que tanto genes como neurotransmisores están implicados en el TDAH.




Los pacientes adultos con TDAH se caracterizan por ser olvidadizos, impulsivos e hiperactivos, como los niños y jóvenes. Pueden distraerse fácilmente, son a menudo desorganizados, impacientes e inquietos, con baja tolerancia a la frustración.

La cara oscura

Las consecuencias son una larga lista de comportamientos que dificultan la vida si no se modulan a tiempo. Suelen tender a la dilación, la intolerancia al aburrimiento, hiperconcentración, la búsqueda de estimulación, ansiedad , depresión, problemas de empleo, la dificultad para controlar la ira, cambios de humor, dificultades para completar tareas que han comenzado - un hecho que se asocia con el aburrimiento y la frustración.

La lista continúa – algunos necesitaréis tomar aire y hacer una pausa, pero, no os preocupéis que todo tiene solución…sigo…

Otros síntomas incluyen preocupación innecesaria, sensación de inseguridad, inestabilidad emocional - en ocasiones tienden a ir de una relación a otra - dificultad para evaluar con precisión tanto a los demás como a sí mismos (auto-observación), baja autoestima, abuso de sustancias o tabaquismo. Estos comportamientos varían de leves a severos y algunos pueden estar presentes siempre, mientras que otros pueden variar dependiendo de la situación a la que el individuo se enfrenta.

La otra cara

Con frecuencia, estas personas poseen magníficas cualidades personales. Muy a menudo, su inteligencia es superior a la media; pueden ser muy creativas y tienden a sumergirse en las tareas que les resultan estimulantes y gratificantes, es decir, tienden a la hiperconcentración en las actividades en las que están realmente interesados. Las relaciones interpersonales puede ser excelentes también.

El hecho de que hoy en día podamos hablar de la existencia del TDAH en adultos es un gran avance y un alivio para muchas personas que sufren la enfermedad, así como para sus familias, que, hasta ahora, se enfrentaron a un problema aparentemente invisible, y a menudo, doloroso y agotador. Afortunadamente, en la actualidad, se puede diagnosticar con precisión para intervenir, siempre, lo antes posible.

La evaluación puede incluir un cuestionario para determinar si el adulto tenía TDAH en la infancia; éste puede comprender el análisis de las notas del colegio para buscar comentarios acerca de los problemas de conducta o el bajo rendimiento en relación con el potencial del estudiante y hablar con los padres para determinar la relevancia de los síntomas, así como una biografía del adulto que pudo presentarlos en la infancia o la adolescencia. Hay también pruebas psicológicas, exámenes de sangre y exámenes físicos para descartar una enfermedad médica o neurológica.

La intervención psicológica dirigida a desarrollar habilidades de comportamiento, cognitivas, sociales y emocionales, para ayudar a controlar los síntomas es básica; las técnicas de relajación y manejo del estrés sirven para reducir la ansiedad; el coaching es excelente para establecer objetivos y desarrollar estrategias para la organización de actividades de trabajo y el hogar y mejorar las relaciones personales, de negocios o de trabajo.  La familia es vital para la recuperación, y para ayudar a ayudarse, lo que significa que son necesarios ciertos conocimientos para apoyar y alentar a las personas afectadas con el TDAH, que, con frecuencia, pueden ser extremadamente sensibles, con el fin de no desfallecer con ellos.

Todavía hay mucho que hacer porque el TDAH en adultos es a menudo subdiagnosticado y por lo tanto mal entendido y tratado. Si crees que tienes relación con una persona con TDAH, ten en cuenta que el diagnóstico es crucial para coordinar el tratamiento. La ayuda de los profesionales es esencial, no dudes en pedir ayuda. 

El TDAH es un trastorno crónico, pero con una buena intervención, los individuos afectados pueden llevar una vida exitosa y gratificante, ya que los síntomas pueden ser controlados. 


Las sesiones pueden tener lugar vía Skype.