¿Qué diferencia a un jefe de un líder?
La autoconciencia es uno de los rasgos más importantes; no
es siempre fácil reconocer los propios sentimientos y al mismo tiempo ser
conscientes de cómo afectan al trabajo. La propia observación y autoevaluación
son imprescindibles para cultivar nuevas fortalezas de liderazgo, lo cual
requiere una predisposición para salir de la zona de confort y estar - ¿por qué
no? - en continua evolución. Está claro que muchas veces un líder
necesita ayuda, y, es por eso que, la autoconsciencia, es imprescindible a la
hora de pedir apoyo.
El jefe suele actuar en trasparencia.
Ha adquirido unos cuantos patrones de conducta que, más o menos sirven, y, cree
no necesitar más. Así
pueden pasar años y años. Sí, ya sabe que a veces se enfada más de la cuenta,
que pierde el tiempo y lo hace perder a sus subordinados, pero, al fin y al
cabo, la cosa no va mal.
(Executive Workshop)
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