martes, 19 de febrero de 2013

Coaching y miedo


A veces se toman decisiones para llevar algo a cabo, y sin embargo, al final, el estrés extremo se hace presa del individuo que entra en lo que, en coaching, llamamos ‘zona de pánico’.

¿Qué ha ocurrido?

El sistema límbico está gestionando las respuestas ante los estímulos emocionales de placer miedo y agresividad. En este caso es el miedo el protagonista, las respuestas no están siendo adecuadamente elaboradas ya que ha entrado en acción una parte del cerebro muy primitiva – por cierto, muy utilizada, incluso por personas, teóricamente, muy capacitadas. Por poner un ejemplo, son las respuestas del grito y de la amenaza y del bloqueo; por supuesto, acompañadas de una corporalidad de tensión que se muestra en rostro y cuerpo y respiración agitada.

Como coach, utilizaré las herramientas más adecuadas para que el cerebro vuelva a elaborar las respuestas más oportunas ya que en la ‘zona de pánico’ es prácticamente imposible aprender. Dónde hay temor la persona no quiere exponerse.

¿Cómo responder a estos condicionantes?

Generando adecuados contextos de aprendizaje, confianza, respeto, humildad y compasión, para que el cochee - el cliente - sea consciente de que alcanzar un objetivo tiene un precio y que por lo tanto sepa si está dispuesto a pagarlo y  prepararse para ello.


El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
Aldous Huxley