El Roto
Me conmovió terriblemente la noticia de ayer en la que
morían doce personas, entre las cuales estaba, Charlie Hebdo, que hace unos
años declaraba a los medios de comunicación que prefería morir de pié a vivir
de rodillas.
¿Qué es lo que diferencia a una persona como Charlie Hebdo
de la mayoría? Probablemente sean las cualidades morales. Suelen ser personas
empáticas, saben discernir entre lo que es verdad y lo que no lo es, son valientes, congruentes con lo que
sienten, piensan y hacen, son fieles a sí mismas, se respetan a sí mismas y
respetan a sus semejantes; también es bastante común que estas personas tengan
la capacidad de estar a solas consigo mismas y estar encantadas, e, incluso que a
veces no tengan muchos amigos. En la literatura que habla de los superhéroes,
un gran número de ellos son huérfanos, carecen de sólidos vínculos familiares –
Superman y Batman son claros ejemplos.
En una sociedad tan podrida como la nuestra, tan necesitada
de personas con éstas características, desde mi blog, quiero dar aliento a los
héroes anónimos, que día a día luchan por crear una sociedad mejor y que dada
su nula necesidad de ser mirados y admirados, pasan totalmente por alto.
Estas
personas con sus hilos invisibles son las que hacen contrapeso y mantienen la
estabilidad emocional en un mundo en el que vivir de rodillas es lo que hace la
inmensa mayoría, con el lógico resultado de lo que no deseamos, al final,
nadie, ni siquiera ellos, los arrodillados.
No recuerdo quién dijo que todos somos muy ignorantes pero que no
todos ignoramos las mismas cosas, así lo creo, y, en el caso de los asesinos
del ataque de ayer, al semanario satírico ‘Charli Hebdo’, su ignorancia, en
pleno siglo xxi, produce algo más que escalofríos y náuseas.