viernes, 2 de diciembre de 2022

La inteligencia emocional de un niño: aceptación de las emociones


Los niños no pueden diferenciar entre sus emociones y sus "vidas".

Es muy importante aceptar las emociones de un niño, porque si se minimizan o se niegan, los niños pueden percibir erróneamente que algunos sentimientos son vergonzosos o inaceptables.

La desaprobación del miedo o la ira que el niño pueda sentir no impedirá que siga sintiendo esas emociones. Los sentimientos reprimidos no se desvanecen, como los sentimientos que no han sido libremente expresados. Están atrapados y en busca de una salida. Debido a que no están bajo control consciente, saltarán sin ser modulados.

Todos los sentimientos son comprensibles, sin embargo, se debe enseñar al niño a saber controlar las reacciones que éstos producen y a expresarse con asertividad, es decir, dejando de lado la pasividad y la agresividad. Por ejemplo diciendo:

“Estás enfadado porque tu hermano ha roto tu juguete; pero no le puedes pegar. Te ayudaré a que le digas como te sientes”.

De esta manera se estimula la inteligencia emocional.

  • La aceptación ayuda al niño a reconocer sus propias emociones y a controlarlas.


  • La aceptación hará que el niño apruebe, incluso las emociones menos agradables, modulando su respuesta ante ellas.



  • La aceptación enseñará al pequeño que su vida emocional no es ni peligrosa, ni vergonzosa y que además, las emociones son manejables.